sexta-feira, 2 de outubro de 2009

Reflexão sobre o livro FREE de Chris Anderson


"...Uno de los primeros en caer en mis manos fue el último libro de Chris Anderson, “Free” (“Gratis”). A su favor, que es un libro entretenido, que se lee muy rápidamente y que pone encima de la mesa un necesario debate sobre cómo las empresas deben empezar a redefinir sus modelos de negocio ante la inmensidad de contenidos libres y gratuitos que están disponibles en la Red.
En su contra, creo que es un libro con algunas contradicciones sorprendentes y demasiadas simplificaciones a la hora de argumentar y defender el modelo de gratuidad de los contenidos en Internet. Estas contradicciones hacen que la tesis del autor pierda credibilidad, pero no deja de ser una lectura recomendable.
Creo que todas las personas que formamos parte de esta transformación digital, ya sean blogueros, evangelistas de la Web 2.0, emprendedores de la web social, docentes de escuelas de negocios o autores de libros, debemos ser más críticos y exigentes con los planteamientos de quienes están definiendo directa o indirectamente el futuro de la sociedad digital.
No estoy hablando sobre si aciertan o no al predecir el futuro, como economista tengo ya asumido que es una tarea imposible; más bien estoy señalando que debemos exigir a estos creadores de opinión una mayor coherencia en sus argumentaciones y en sus propias actuaciones. No pueden abogar por una cosa y luego hacer otra. Eso se llama incoherencia, ya sea en un mundo analógico o digital. Me sorprende el escaso número de personas que en España se han atrevido a cuestionar las teorías de Anderson, mientras que en los Estados Unidos cada día hay más voces que desmontan sus tesis.
El objetivo de esta reseña es señalar algunas de las principales contradicciones que he encontrado en este libro:

1) Contenidos libres y gratuitos en Internet, “pero los míos no”.

A lo largo de su libro, Anderson señala que el futuro de las empresas generadoras de contenidos, ya sea un periódico, una editorial o una discográfica, es ofrecer sus productos (es decir, su principal activo) de forma gratuita. No crean que el autor plantea este modelo de negocio como una opción a considerar; su tesis indica que todas aquellas empresas que tengan como base Internet tendrán que optar por la gratuidad como única alternativa.
El principal activo que cualquier autor de un libro tiene es el derecho de autor que posee sobre la creación de su obra. Ya sabemos que no es lo mismo Libre que Gratuito, pero si Anderson aboga por la distribución y comercialización gratuita de los contenidos en Internet, que básicamente es una liberalización de esos contenidos en la Red, él tendría que ser el primero en dar ejemplo liberando su libro en la Red y renunciando a cobrar por la cesión de sus derechos de autor a través de alguna de las versiones de licencias de Creative Commons (CC).
Este autor ha decidido no hacerlo, a pesar de que existen millones de obras protegidas por licencias de este tipo, como los libros de Lawrence Lessing, mi propio libro “La empresa en la Web 2.0”, los textos publicados por la prestigiosa universidad MIT o los artículos de periódicos como 20 Minutos o Soitu, entre otros. Esta grave incoherencia deslegitima la argumentación del autor, puesto que no puedes decir a todo un sector que distribuya y comercialice sus contenidos gratuitamente en la Red y tú no ser consecuente con tus propias ideas.

2) El autor limita el acceso a la versión digital gratuita

Otra importante incoherencia por parte del autor de este libro es el haber limitado geográfica y temporalmente el acceso a la versión digital de su libro. Estas limitaciones demuestran que el autor utiliza el concepto de “gratis” como una herramienta de marketing para promocionar su libro, ver concurso patrocinado por Adobe, algo absolutamente legítimo y que algunos autores llevan años utilizando en la Red. Lo sorprendente es que Anderson intente hacer pasar estas meras técnicas de marketing por modelos de negocio.
Tras el anuncio de la publicación del libro intenté acceder a la prometida versión gratuita en formato digital, pero fue imposible ya que el acceso fue restringido en tiempo (cinco semanas) y por territorios (sólo podías acceder a las versiones digitales si eras residente en USA o UK). Dada la imposibilidad de obtener una copia gratuita del libro en formato digital aproveché uno de mis viajes a Londres para comprar un ejemplar en papel en el aeropuerto de Londres, por el que tuve que abonar 12,99 libras esterlinas…Como vemos, de gratis, nada.
Me sorprende que un supuesto visionario de Internet permita a su editorial que se establezcan limitaciones geográficas en la distribución digital de su libro en la Red cuando todos sabemos que Internet no tiene fronteras. Aquí tenemos otra incoherencia del autor que sospecho se debe a la planificación interna de la promoción del libro. Me imagino que la editorial liberará próximamente en Francia, Alemania, España, etc., por un tiempo limitado, la versión traducida del libro a medida que se publica en cada mercado.

3) El autor confunde acciones de marketing con modelo de negocio

A través de la plataforma Scribd, el libro FREE fue hojeado en pantalla en más de 170.000 ocasiones durante un periodo limitado de 5 semanas. Sin lugar a dudas, esta iniciativa ha ayudado a incrementar las ventas de la versión en papel -el libro ha sido uno de los más vendidos este verano en la lista de The New York Times-, pero lo más sorprendente es que el autor intente vendernos este tipo de acciones como el futuro modelo de negocio para las editoriales.
La iniciativa de Anderson no aporta ningún aspecto innovador. Varias editoriales como Harper Collins, Random House o MacMillan llevan ya un par de años demostrando que la previsualización gratuita de un libro en Internet (descarga de los primeros capítulos, lectura de hasta el 20% del contenido del libro o la totalidad del mismo durante un tiempo limitado, etc.) tiene un impacto positivo en las ventas. Según varias editoriales, los libros que permiten a los lectores leer en pantalla parte de su contenido han experimentado un 30% de incremento en ventas comparándolos con libros sin esta funcionalidad.
Afortunadamente puedo hablar sobre este tema por experiencia propia. Como sabéis, mi libro “La empresa en la Web 2.0” puede ser hojeado de forma permanente a través del programa Google Books Search. Sencillamente, tras dedicar los últimos cinco años de mi vida a intentar convencer desde Dosdoce.com a las editoriales para que utilicen las nuevas tecnologías en sus estrategias de promoción del libro, creo que era de obligado cumplimiento predicar con el ejemplo. Pero más que una obligación, tengo una inmensa curiosidad personal y profesional por conocer desde dentro el funcionamiento y eficacia de estas herramientas en la promoción del libro. Los resultados han sido altamente satisfactorios. Han sido hojeadas más de 46.000 páginas de mi libro en pantallas, lo que sin lugar a dudas ha ayudado a aumentar las ventas del libro en formato tradicional, léase “en papel”, puesto que cerca de un 3% de los lectores ha pinchado en el botón “Compra este libro”.
En resumen, creo que el autor confunde acciones de marketing con modelo de negocio, ya que este tipo de iniciativas demuestran únicamente que la gratuidad puede ser una excelente herramienta de marketing. Simplemente, el autor ha permitido a sus potenciales lectores hojear los contenidos del libro en sus pantallas durante un tiempo limitado. Es decir, puro marketing.

4) Publica tu contenido de forma gratuita y obtendrás ingresos vía publicidad ($1,99)

A lo largo del libro, Anderson proclama que la industria de creación de contenidos (prensa escrita, editores de libros, autores de novelas, etc.) debe entender que la información en Internet será gratuita, pero que estas empresas obtendrán sus ingresos a través de la publicidad online, patrocinios, subsidios cruzados, etc.
Después de insistir a lo largo de todo el libro sobre este supuesto modelo de negocio, el propio Anderson admite al final del libro (página 239) que los ingresos derivados por publicidad en su blog a través del programa de Adsense de Google no llegan a superar el salario mínimo y que en el mejor de los casos cubre los gastos del servidor. Como dirían en inglés, “peanuts”. Si un bloguero tan mediático y conocedor de las reglas de Internet no es capaz de rentabilizar sus contenidos en la Red, ¿cómo espera que un autor novel o medianamente conocido sea capaz de lograr algo diferente?
Durante los últimos años hemos visto cómo este modelo de la gratuidad, que ha sido defendido interesada y legítimamente por algunas empresas y creadores de opinión como Anderson, ha funcionado en unas pocas entidades, básicamente en buscadores y operadores de telefonía, mientras que la industria creadora de contenidos -ya sean medios de comunicación o editoriales- ha obtenido escasos o nulos retornos.
Como en el anterior apartado, en este caso también puedo hablar sobre este tema con criterio propio. A través de la mencionada plataforma de Google Books los lectores pueden acceder de forma permanente a cualquier parte de mi libro que deseen consultar. Al igual que en otras herramientas de Google, en las respuestas del buscador aparece publicidad contextual. Desde la publicación de mi libro en esta plataforma, los ingresos derivados por la publicidad contextual alrededor de los contenidos han alcanzado la cifra de 1,99 dólares. Afortunadamente, nunca pensé que esta herramienta iba a convertirse en una vía de ingresos publicitarios dado que la mayoría de los libros no genera suficiente tráfico en la Red como para poder vivir de la publicidad online. Tal y como hemos visto en el anterior apartado, la eficacia de estas herramientas reside en potenciar la visibilidad de los contenidos del libro y en su impacto en la promoción del mismo.

5) Publica tus contenidos gratuitamente y rentabiliza a través de eventos, conciertos, merchandising, etc.

Cuando de niño le dije a mi madre que de mayor quería ser escritor, me advirtió que de amor al arte no se vive. Y la verdad es que tenía toda la razón… Pero ahora llega Anderson y nos dice a los creadores de contenido -ya sean libros, música o cine- que publiquemos nuestras obras de forma gratuita en la Red (os recuerdo que él no lo hace) y que viviremos de conciertos, giras, festivales de literatura, encuentros con lectores, conferencias y charlas, merchandising, etc.
Me sorprende que proponga este planteamiento cuando ya es una realidad. No hace falta escribir un libro sobre la gratuidad en Internet para saber que el 95% de los creadores no vive exclusivamente de los derechos de autor. La mayoría de los autores lleva años compaginando su creación artística con otras actividades para obtener ingresos extras: colaboran escribiendo artículos o reseñas en medios, participan en tertulias o charlas, dan conferencias, etc. Grupos musicales tan famosos como los Rolling Stones o los Eagles obtienen el 90% de sus ingresos de las giras y del merchandising, no de las ventas de sus discos.
La mayoría de los autores de libros técnicos o de Management, como el propio Anderson, no viven de los derechos de autor. Sus principales vías de ingresos son otras: docencia en universidades, conferencias en congresos o charlas en empresas, asesoramiento a empresas o gobiernos, etc. Estos autores, al igual que yo, publican libros para incrementar su visibilidad y reputación en el mercado, es decir, utilizan los libros como herramientas de marketing. El propio Anderson es consciente de esta situación y así lo refleja en su libro: sus principales vías de ingresos son el asesoramiento a empresas y los honorarios por dar conferencias. Por cierto, todas estas actividades son de pago.

6) Los costes fijos no se pagan con Zero

Es cierto que en la economía de Internet los costes marginales de distribución y comercialización tienden a cero, pero el autor olvida que existen muchos otros costes que no desaparecen con la digitalización de los contenidos, sino que aumentan.
La transformación del modelo de negocio de las empresas de creación de contenidos conlleva unas inversiones iniciales que el autor ignora. Sorprende que Anderson no tenga en cuenta el coste de la puesta en marcha y mantenimiento de las comunidades virtuales para atender a los clientes, el coste de la digitalización de los contenidos, las inversiones que las empresas tendrán que realizar en formación para dotar al equipo con nuevas habilidades, las inversiones anuales en publicidad online y marketing online para garantizar una buena visibilidad de sus productos o servicios en la Red, etc.
Todas aquellas empresas que llevan ya años utilizando Internet saben que lograr y mantener un buen posicionamiento en Internet no es gratuito, más bien conlleva muchos recursos humanos y económicos. Por ejemplo, los costes de los servicios de Atención al Cliente se han incrementado en varias empresas norteamericanas hasta en un 15% debido a su presencia activa en la Red. Si apostamos por tener una comunicación abierta y permanente con los clientes a través de blogs, foros o perfiles en redes sociales, alguien tendrá que atenderlos, actualizarlos, moderarlos, etc. Las herramientas serán gratuitas o coste Zero, pero el equipo humano cuesta dinero.

7) Más que “Free”, este libro habla de “Freemium”

“Freemium” procede de la fusión de las palabras “Free” y “Premium”. Ese juego de palabras queda muy inglés, pero al pasarlo al español suena algo peor, algo así como “Gratis-Pago”.
Tras la lectura completa del libro he llegado a la conclusión de que el autor desarrolla con más coherencia los posibles modelos de negocio basados en el concepto de “gratis-pago” que los supuestos modelos de gratuidad en Internet.
Los modelos de negocio basados en Freemium llevan años funcionando en la Red. Nuestro propio proyecto Dosdoce.com se basa desde 2004 en el concepto de “gratis-pago”. Los lectores pueden leer o descargarse gratuitamente cualquiera de nuestros estudios desde nuestro sitio web. No nos importa compartir parte de nuestra experiencia en abierto, pero nuestro conocimiento y análisis más profundos los reservamos para las sesiones de formación y asesoramiento personalizado que realizamos para nuestros clientes de pago.
Coincido con Anderson en que la industria de la creación de contenidos debe asumir que estamos viviendo un cambio de época donde la manera de transmitir la información y el conocimiento, que tradicionalmente estaba basada en contenidos generados por profesionales, empieza a complementarse con enormes cantidades de contenido digital generado por los propios usuarios. Desde mi punto de vista, este inmenso intercambio permanente de información y conocimiento entre las personas, libre de derechos y de forma gratuita a través de la Red, obligará a la industria a asumir una nueva forma de hacer las cosas en el siglo XXI.
Ante esta transformación de la sociedad, el futuro modelo de negocio en Internet no se basa exclusivamente en la simple digitalización del contenido y venta del mismo a cualquier precio o gratis, como sugiere Chris Anderson; la clave del éxito reside en la creación de una comunidad de clientes en la Red y en la generación de servicios de valor añadido alrededor de ese contenido digital.

Javier Celaya, socio-fundador de Dosdoce.com
In Dosdoce Revista Cultural

Vivam as bibliotecas vivas!

Sem comentários: